BRUSELAS.- Una sensación de suspenso recorre al corazón del poder europeo. Las gigantografías con los colores azules con llamados a votar que decoran la fachada del Parlamento Europeo y los tractores que circulan frente a su puerta son la síntesis de que algo está por cambiar con las elecciones que empiezan hoy y terminan el domingo, y que elegirán la composición y los nuevos liderazgos de las instituciones del bloque para los próximos cinco años.